AGENCIA: BAMBÚ PR
Colas en los cargadores eléctricos en Semana Santa: desafíos y soluciones para el problema de la demanda
La pasada Semana Santa ha sido testigo de largas colas y retrasos, que colapsaron los puntos de carga de vehículos eléctricos en algunas carreteras españolas, generando preocupación y frustración entre los conductores. España figura entre los países europeos con mayor cantidad de puntos de recarga según las cifras oficiales, aunque la mayoría de estos puntos son de carga lenta, y menos del 6% de los 33. 000 existentes tienen una potencia superior a los 150 kilovatios. Entonces, ¿qué ha provocado esta situación? ¿cómo se podría haber evitado? ¿Existen alternativas a los puntos de carga existentes?
Al examinar esta situación, es evidente que varios factores contribuyen a la congestión en los puntos de carga durante períodos de alta demanda, como las vacaciones. En primer lugar, el aumento en la cantidad de vehículos eléctricos en las carreteras es un factor significativo, reflejo del creciente interés en la movilidad sostenible. Según datos de AEDIVE (Asociación Empresarial para el Desarrollo e Impulso del Vehículo Eléctrico) el parque actual estimado de vehículos eléctricos en España alcanzó los 100.425, donde las matriculaciones de vehículos eléctricos crecieron un 20,9% durante 2022. A medida que más conductores hacen la transición hacia vehículos eléctricos, la demanda de puntos de carga se dispara, superando en muchos casos la capacidad disponible de la infraestructura existente.
Otro estudio elaborado por Monitor Deloitte calcula que, únicamente en términos de estacionamientos de la vía pública o en aparcamientos públicos, se necesitarán entre 65.000 y 95.000 puntos de recarga si se quiere alcanzar el objetivo en 2030 de llegar a 5 millones de vehículos eléctricos en circulación. Además, este informe estima que las redes de distribución eléctrica deben incrementar sus inversiones en casi 8.000 millones de euros para soportar las potencias de carga.
La falta de estandarización en los protocolos de carga y la competencia entre diferentes proveedores también contribuyen a la congestión. Los conductores se encuentran con una variedad de opciones de carga, cada una con sus propias especificidades y procesos, lo que puede complicar la experiencia y prolongar los tiempos de espera. Muchos de los cuales, están inactivos o no responden a las expectativas en cuanto a tiempo de espera o ubicaciones.
Entonces, ¿se podría haber evitado esta situación? La planificación anticipada y la inversión en infraestructura son clave para abordar este desafío. La expansión proactiva de la red de puntos de carga, especialmente en áreas con más tráfico de vehículos, puede ayudar a mitigar la congestión y mejorar la experiencia del usuario. Además, la estandarización de los protocolos de carga y la colaboración entre diferentes actores y marcas de automóviles en el mercado pueden simplificar el proceso y reducir los tiempos de espera.
En cuanto a la optimización del tiempo de carga, es importante hacer hincapié en la importancia de la implementación de tecnología de carga ultrarrápida. ¿Van a tener que esperar siempre los usuarios más de 30’ para cargar su coche? Esto parece poco eficiente y conveniente para los viajeros. Los sistemas de carga ultrarrápida, que ya existen en el mercado, permiten a los conductores recargar sus vehículos de un 20%, hasta un 80% de carga, en menos de 15 minutos, un tiempo considerablemente corto que aumenta la rotación de coches y reduce las colas, optimizando el tiempo de parada de los conductores.
De hecho, este tipo de cargadores va en aumento y ya hay muchas compañías como Atlante que han tomado la iniciativa y están acelerando la instalación de puntos de carga ultra rápida por toda la Península. El foco tecnológico de la compañía, no solo se centra en ofrecer carga rápida de vanguardia, sino que también previene situaciones como las que sucedieron en Semana Santa combinando la carga rápida con el almacenamiento de energía y la generación por fotovoltaica. De esta manera Atlante es capaz de instalar estaciones de carga a “prueba de futuro”, mitigando los picos de demanda en lugares de tráfico alto, al tiempo que ofrece un suministro óptimo de energía e incentiva a los conductores de vehículos eléctricos a su uso.
La congestión en los puntos de carga no es un impedimento para la adopción del vehículo eléctrico, sino un desafío que debe abordarse de manera eficiente para asegurar un futuro sostenible para la movilidad. Todo apunta a que la red de puntos de recarga irá creciendo en España poco a poco. Además, la diversificación de la oferta, la implementación de tecnologías inteligentes y la promoción de la carga fuera de las horas pico son estrategias clave para gestionar la demanda y garantizar un acceso fluido a la infraestructura de carga.