AGENCIA: ALEPH COMUNICACIÓN
Tal vez si no fuera por las fotografías no sabríamos cómo fueron nuestros abuelos de jóvenes. Tampoco nuestros padres. Y es seguro que dentro de unos años solo recordaremos de nuestros viajes aquello que captamos con la cámara, un momento cristalizado para siempre. La fotografía se convirtió desde su nacimiento en una extensión de nuestra memoria que nos permite almacenar para siempre aquello que una vez hemos tenido ante nuestros ojos. Una forma nunca vista antes de compartir nuestra vida con los demás y atesorar recuerdos que perdurarán en el tiempo.
Hace treinta años, el complemento que no podía faltar en nuestros viajes y en los eventos importantes era una cámara y uno o varios carretes. En la actualidad, aunque es posible tomar instantáneas con nuestro smartphone, la fotografía es un campo en el que la cámara, la de toda la vida, sigue sintiéndose más cómoda que nadie.
Y es que, al igual que otros dispositivos, la cámara fotográfica ha vivido una auténtica revolución tecnológica en los últimos años, convirtiéndose en algo que poco tiene que ver con aquella cámara de carrete en la que, a veces, la suerte tenía mucho que decir sobre el resultado final de nuestras imágenes. Hoy en día, el mercado está lleno de propuestas interesantes para los amantes de la fotografía, el vídeo y la creación de contenido en general. Un mundo de posibilidades a explorar para conseguir imágenes excelentes, aquellas que solo nos puede ofrecer una cámara digital. ¿Acaso tus recuerdos no se merecen la mejor tecnología?
No cabe duda: al igual que un aficionado a la pintura querrá invertir en un set de pinceles de calidad, un amante de la fotografía -o alguien que quiera crear contenido- necesitará un gran equipo para dar rienda suelta a su creatividad y obtener los mejores resultados. La buena noticia es que las nuevas gamas de cámaras digitales -como las mirrorles del Sistema EOS R de Canon- han conseguido aunar una tecnología puntera en el sector a un precio reducido para el consumidor.
Gracias a un sensor cada vez más potente y adaptado a las diferentes necesidades del usuario, tanto una cámara full frame como una APS-C son herramientas perfectas para conseguir fotografías de gran calidad (incluso aptas para imprimirse en gran formato). El tamaño del sensor de las cámaras fotográficas permite recoger más luz y conseguir fotografías de mayor calidad, incluso en condiciones de poca luz. Conciertos nocturnos, cumpleaños que se alargan, aquella boda que terminará casi al amanecer… todos esos momentos en los que la luz puede jugarnos una mala pasada, afortunadamente, no son un problema con las cámaras digitales.
Además, contar con un amplio rango de objetivos intercambiables compatibles permite obtener diferentes resultados. Por ejemplo, podemos conseguir retratar a nuestro amigo, el que se casa, enfocado en primer plano con fondo desenfocado utilizando un objetivo que tenga gran abertura u obtener preciosas fotos de animales lejanos en la naturaleza con un teleobjetivo. Para las escenas del día a día, espacios amplios encuadrados, nuestro mejor compañero será un gran angular. Las posibilidades son casi infinitas. Gracias al desarrollo y la innovación en su diseño, las lentes incorporan una excelente estabilización que, en conjunto con la del cuerpo de la cámara, nos ayudará a tener fotos súper nítidas y vídeos estables en todo momento incluso con muy poca luz. Ser creativo e impregnar cada toma con tu propio estilo nunca fue tan fácil.
Otro de los elementos diferenciadores de las cámaras fotográficas de hoy en día es su conectividad ampliada. Y es que el usuario necesita un dispositivo que ofrezca una conectividad rápida y fluida. Por eso, en el mercado de las cámaras fotográficas es habitual encontrar modelos con prestaciones como Bluethooth o Wi-fi, que ayudan a profesionales y entusiastas a compartir las fotos entre dispositivos al instante. Una tecnología por la que Canon lleva años apostando en cada uno de sus nuevos lanzamientos. De este modo, tanto si se quiere subir a las redes la última fotografía de las vacaciones como si se ha hecho un retrato y se quiere enviar a la persona protagonista, la conectividad instantánea permite manejar estas fotografías con total inmediatez.
Por último, un detalle que los consumidores cada vez aprecian más en las cámaras: su peso y tamaño. Si bien, de toda la vida han existido cámaras pequeñas, lo cierto es que hoy día contamos con la combinación perfecta entre un cuerpo compacto y ligero sin sacrificar una calidad sobresaliente que además nos brinda la posibilidad de utilizarlo con una gran gama de objetivos intercambiables. A esto hay que sumarle todas las prestaciones de control de escenas o autoenfoque, entre muchísimas otras, que ofrece una cámara de última generación, como las de la gama mirrorless de Canon.
En el mercado existen numerosas opciones para todos los niveles de uso -desde principiantes hasta profesionales- con una gran variedad de precios y prestaciones que permiten conseguir esa foto perfecta que nuestros mejores recuerdos se merecen. Una aliada portátil y de manejo sencillo que te ayudará a no apartar la mirada de esos momentos tan importantes mientras, al mismo tiempo, la magia queda capturada para siempre. Sin duda, un capricho que sí nos podemos permitir.
Pilar González