MARÍA PALOMARES ARENAS, DIRECTORA EJECUTIVA DE LA FUNDACIÓN CALALA FONDO DE MUJERES

MARÍA PALOMARES ARENAS, DIRECTORA EJECUTIVA DE LA FUNDACIÓN CALALA FONDO DE MUJERES

 

CALALA

AGENCIA: LF CHANNEL

 

 

María es licenciada en Periodismo y tiene formación en Género y Desarrollo y Cultura de Paz. Ha trabajado en diferentes organizaciones no gubernamentales de cooperación al desarrollo. Como activista feminista, participa en grupos locales como Dones x Dones y Feministes Indignades, y forma parte de la Red Internacional de Mujeres de Negro desde 1996.

 

¿Cuál es el objetivo de la economía social? ¿Cómo trata de llegar a esos objetivos? ¿Cómo se financia?

 

La economía social pone al mismo nivel los objetivos económicos (generar empleo, generar riqueza y beneficios) con los objetivos sociales y medioambientales. De esta manera, no todo vale para crear riqueza. Es importante que el beneficio que se genere con la actividad económica sea repartido de forma igualitaria entre las personas empresarias, trabajadoras y la comunidad. Es por eso que la mayor parte de empresas de la economía social tienen la forma legal de cooperativas. Al mismo nivel, como decíamos, está que la actividad económica de la empresa no genere un impacto en el medio ambiente ni contribuya el calentamiento global. Y por supuesto, las empresas deben tener criterios éticos y de igualdad a la hora de gestionar los equipos y proveedores.

 

¿Qué papel juega la mujer dentro de la economía social?

 

Las mujeres representan una parte importante de las trabajadoras de la economía social. Pero como en todos los sectores, todavía queda camino por andar para conseguir que estén más representadas en los puestos directivos y que las cooperativas lideradas por mujeres accedan a las mismas oportunidades que el resto. Actualmente existe un sector emergente, el de los cuidados, ocupada especialmente por mujeres migrantes, en el que se están creando cooperativas que deben ser apoyadas.

 

¿Qué iniciativas y proyectos relacionados con economía social estáis llevando a cabo en Calala ahora mismo?

 

Calala lanzó en 2020, con el apoyo de otras entidades y cooperativas de la economía social, el Fondo Dalia. Un fondo para apoyar a las cooperativas lideradas por mujeres, con especial atención a las que son lideradas por mujeres migrantes o en situación de vulnerabilidad, o a aquellas cooperativas de mujeres que son de sectores muy masculinizados. Desde entonces, hemos entregado 80.000 euros en donaciones a 32 cooperativas de todo el país.

 

¿Podríais explicarnos la comparativa entre lo que se denominaba economía social antes y ahora?

 

Las cooperativas en España han existido de toda la vida, tienen más de un siglo de historia. Sobre todo, en el sector rural, con las cooperativas agrícolas y campesinas. Es verdad, que recientemente el sector ha vivido un crecimiento exponencial y cada vez más proyectos urbanos, de servicios o relacionados con la nueva economía, se constituyen en forma de cooperativas.

 

¿Qué actores crees que deberían tomar partida para que la economía social sea una realidad?

 

La economía social ya es una realidad. En España el sector de la economía social es de los más fuertes de Europa, compuesto por todo tipo de empresas y proyectos. Por ejemplo, existe una cooperativa de servicios financieros que es pionera en Europa, el Coop57, y que cumple un rol muy importante, que es el de la financiación. La administración también está jugando un rol importante en ayudar a hacer crecer la economía social. Cada vez hay más fondos públicos dispuestos a financiar este tipo de empresas, tanto a nivel local, autonómico como internacional. Prueba de ello es que recientemente la ONU ha adoptado una resolución para fomentar la economía social en todo el mundo.

 

¿Cuáles son los principales desafíos para alcanzar la igualdad y la justicia social?

 

A los desafíos que venimos arrastrando hace siglos, como un sistema económico que tiende a la acumulación de poder y a la concentración de la riqueza en pocas manos, y que deja fuera de las posibilidades de una vida digna a más de la mitad de la población global. O unas relaciones sociales que están regidas por la dominación del hombre blanco occidental sobre las mujeres y las personas que viven en las regiones del planeta que fueron colonizadas por Europa y EEUU. Tenemos que añadir los desafíos que nos planeta el cambio climático y el calentamiento global, que hará que nuestro mundo cambie irreversiblemente en los próximos años si no actuamos, y que castigará especialmente a esas personas que ya quedan fuera del sistema. Así que la economía social, viene a poner su grano de arena en revertir estas tendencias.