AGENCIA: ALEPH COMUNICACIÓN
Charles Souillard, CEO y cofundador de Bonitasoft
Según las estadísticas disponibles, cada vez son más las empresas que optan por el software open-source para la automatización de sus procesos de negocio. Este potente modelo de desarrollo de software se está conviertiendo en un pilar clave para impulsar la innovación en organizaciones de todo tipo y tamaño. De acuerdo con un estudio de Gartner, más del 95% de las empresas del sector tecnológico utilizan código abierto para sus tareas informáticas críticas, de forma consciente o no. El informe de 2022 State of Enterprise Open Source de Red Hat también augura un importante crecimiento: el software propietario representará sólo el 32%, mientras que se espera que la adopción del open-source aumente del 36% al 44% en los próximos dos años, en particular las versiones empresariales.
Las soluciones open-source se utilizan para modernizar la infraestructura de TI, desarrollar aplicaciones o gestionar las operaciones de desarrollo (DevOps). Incluso están integradas en soluciones de terceros, ya sea software o hardware. El open-source comunitario ofrece funcionalidades básicas sin coste de licencia, mientras que el empresarial permite adaptarlas a las necesidades más complejas de la empresa, con un coste de licencia.
Sin embargo, la creciente adopción del open-source no se limita a una ecuación económica sino a aprovechar las múltiples ventajas de un enfoque de la innovación colaborativo y ágil, que ofrece flexibilidad, transparencia y personalización para las empresas que no pueden quedarse atrás.
Y es que no se limita a poner a disposición de los usuarios el código fuente. La esencia de este enfoque se basa en los aportes de una activa comunidad de desarrolladores y usuarios que contribuyen a su desarrollo y mejora, sumando nuevas funciones, corrigiendo errores y optimizando la seguridad, calidad y fiabilidad.
Gracias a estos aportes, el open-source ofrece una flexibilidad y agilidad excepcionales. Las empresas pueden personalizar y adaptar el software a sus necesidades específicas y crear procesos automatizados a medida, optimizados para su flujo de trabajo y sus objetivos. Las soluciones open-source suelen ofrecer varias formas de resolver los problemas, lo que evita los cuellos de botella provocados por la falta de disponibilidad de una funcionalidad específica por parte de un proveedor. En lugar de esperar a que el proveedor proporcione la funcionalidad, las empresas pueden desarrollarla ellas mismas. Además, el software open-source permite probar rápidamente proyectos, plataformas o competencias poniendo el código fuente a disposición en Internet.
La interoperabilidad es otro de los puntos a favor: ofrecen un alto rendimiento y compatibilidad con otras soluciones de software y sistemas informáticos. Gracias a las API abiertas, pueden integrarse en cualquier sistema.
Además, el software open-source permite empezar a utilizar versiones comunitarias y determinar con mucha rapidez si responden a las necesidades de la empresa, para luego escalar a las versiones empresariales gracias los servicios profesionales y el soporte cada vez más disponibles, sin enfrentarse a los obstáculos asociados a las licencias propietarias.
Como su código fuente es accesible a todos, es posible verificar su calidad y seguridad con transparencia y fiabilidad. El software open-source también es famoso por su sólida seguridad: los fallos se descubren y corrigen rápidamente gracias a la vigilancia de la comunidad de desarrolladores.
Por otro lado, ofrece una alta escalabilidad, que permite a las empresas añadir nuevas funciones con mucha facilidad, integrar sistemas existentes y gestionar mayores cargas de trabajo sin verse limitadas por restricciones de licencia o dependencias de proveedores.
Por último, otorga gran independencia del proveedor: mientras que software propietario obliga a las empresas a quedar vinculadas al editor a largo plazo y dificulta el cambio a otras alternativas por los altos costes de migración, integración, adaptación y desarrollo adicional. En cambio, el open-source da acceso y control total sobre el código fuente, para gestionarlo según las necesidades y limitaciones de la empresa.
En síntesis, el futuro sin duda parece inclinarse hacia las soluciones open-source para automatizar los procesos de negocio. Su flexibilidad, transparencia y posibilidad de personalización lo convierten en una acertada elección para las organizaciones que buscan optimizar sus procesos de forma rápida y económica sin sacrificar calidad y confiabilidad.